Borja Oubiña lleva ya varias semanas parado debido a una sobrecarga en la rodilla que se lesionó de gravedad la temporada pasada. En principio, la dolencia no parecía tener mayor gravedad. Sin embargo, los días pasan y el jugador continúa trabajando al margen del grupo. Sin una fecha aproximada de regreso, sin signos que inviten al optimismo. ‘Tengo una molestia permanente’, dice Borja Oubiña. ‘Así no puedo entrenar’, añade. ‘El doctor me dijo que realice trabajo de descarga y es lo que estoy haciendo. A ver si las cosas van mejorando...’, reflexiona el internacional. El problema es que la sobrecarga no mejora y Borja podría estar parado una vez más por un largo periodo de tiempo. Él, no obstante, no se lo plantea: ‘Pienso en el día a día. Nunca hice planteamientos a largo plazo cuando estaba bien y ahora tampoco los hago. Hay días mejores y otros peores. Es lo que hay’, razona. Sea como fuere, el canterano prefiere restar importancia a la situación. ‘No soy médico, pero supongo que la sobrecarga es normal porque estuve catorce meses parado’, concluye.
Por otro lado, el canterano se refirió al momento que atraviesa el equipo. ‘La situación es mala, muy complicada. Hace tiempo que es así y hay que afrontarlo. Las cosas no salen y no ganamos esos dos partidos seguidos que nos permitirían dar un salto de calidad’, señala. En este sentido, Oubiña matiza la gravedad de la situación del Celta. ‘Estamos peleando con otros equipos por salir de ahí. Por suerte, estamos cinco puntos por encima del descenso, que es mejor que estar cinco por debajo. Dependemos de nosotros mismos’, dice. Asimismo, el futbolista vigués no descarta ni a Alicante ni a Eibar en la lucha por la permanencia, pese a estar a nueve y once puntos de la salvación, respectivamente. ‘Mientras tengan opciones, cualquiera puede salvarse. Igual que está haciendo el Espanyol en Primera’, explica. A la vez, se refirió al mensaje que se envía desde el Alavés, que señala al Celta como su gran rival en la pelea por seguir en Segunda. ‘Pueden decir lo que quieran. Cada uno intenta alimentarse de hipótesis, pero son las cuentas de la lechera’, señala. Por otro lado, Oubiña reconoció que lo pasa muy mal siguiendo los partidos de su equipo desde fuera. ‘En la grada se sufre mucho más que en el campo o en el banquillo. Además, se ve todo más fácil. En el campo, las cosas pasan a otra velocidad’, afirma. Por último, el canterano se refirió a los retrasos en el pago de las nóminas que se han repetido en los dos últimos meses. A este respecto, Oubiña quiso restarle importancia a los problemas puntuales que el club ha podido tener para hacer efectivos los pagos. ‘Siempre ha habido retrasos, en el Celta y en todos lados. Es algo habitual que no me dice mucho, no es destacable. Además, hay gente que cobra de una forma y gente que cobra de otra. Depende de cómo lo haya negociado’, remacha uno de los capitanes del cuadro vigués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario